viernes, 17 de diciembre de 2010

El mapa y el territorio

El “mundo real” es una infinita combinación de ilimitados aspectos, circunstancias e impresiones de todo tipo, y sin importar su contenido o como sea dicha realidad (que es un tema que da para largo y que no abordare aquí) utilizamos nuestros sentidos para explorarla y delimitarla, captando de ese modo solo una pequeña parte de esta.

Esta limitada cantidad de información es luego filtrada por nuestras experiencias únicas,  nuestros sistemas de cultura y nuestras creencias, lo que nos gusta, lo bueno, lo malo, etc. creándonos así un modelo exclusivo y propio del exterior, modelo en el cual vivimos y transitamos. Hacer un mapa es una buena comparación, los mapas son indispensables para guiarse en un territorio desconocido y funcionan ya que simplifican, eliminando muchos aspectos, el entorno, para poder brindarnos el conocimiento que efectivamente nos es útil. (Esto es idealmente, ya que no necesariamente nuestro mapa nos es útil para alcanzar lo que queremos). 

Como conclusión podemos decir que el mapa (nuestra propia realidad) no es el territorio que representa (la realidad verdadera y objetiva) así como una foto no es la persona y la partitura no es la canción. Un leñador, un artista y un botánico tendrán distintas visiones de un paseo por el bosque o dicho de otra forma “lo que signifique un pan para alguien dependerá si tiene hambre o no”. 

Los mapas mentales son falsos o mejor dicho subjetivos, ya que nos entregan información que depende de los puntos de vista o filtros de la realidad.  Las verdades no son verdades y aunque la objetividad si existe en la teoría, no existe en la práctica ya que no la podemos percibir. El mapa no es el territorio pero al fin y al cabo el mapa es TODO lo que tenemos, donde vivimos y donde pensamos.

Lo bueno es que el universo es siempre más rico que nuestra percepción de él, nuestra realidad  está compuesta solo de aquellos aspectos que rescatamos y… si no nos gusta el mundo en que vivimos, si nuestro mapa no nos lleva a donde queremos que nos lleve, ¿qué podemos hacer para cambiarlo?

Podríamos partir por cambiar los filtros que lo crean, definir lo que buscamos en el mapa, destruir el antiguo y crear uno nuevo, uno que funcione y hacerlo las veces que sea necesario, si queremos ganar cien pesos o ser rey de nunca jamás, todo se puede lograr haciendo el proceso correcto, pero eso es un tema aparte.

Todos los cambios implican un riesgo, a veces podemos morir en el intento de lograr la felicidad pero al fin y al cabo si todos la perderemos inevitablemente ¿de qué sirve tomarnos la vida tan en serio?






lunes, 13 de diciembre de 2010

for u...

Es asombroso como el destino es capaz de unir a dos personas tan distintas, dos personas que estuvieron muchas veces tan cerca y que nunca se toparon, es curioso como cuando ambos estaban pésimo se encuentran de la forma y en el lugar más rebuscado posible… quizás sea eso lo que pasa cuando algo está escrito… no lo sé, lo único que sé es que hace mucho no tiempo tenia por alguien esta sensación.

El día en que te conocí yo acababa de renunciar a todo lo que se llama vida, mi mundo había colapsado, no esperaba que nada realmente importante pudiera pasarme esa noche. De alguna forma, creo que a ti te pasaba lo mismo, te veía en el sillón tan triste, lucias tan herida, tan dolida… casi con autodesprecio… que ilógico, una persona que parecía ser todo lo que alguien buscaría sufriendo porque no la valoraban, pero aun así no podía evitar entenderte, después de todo a mi me pasaba lo mismo.

Aunque en ese momento no me di cuenta, cuando pasaron los días no podía dejar de pensar en ti, demasiado, mucho más de lo que pienso en el resto de las personas a las que he visto un par de horas, y aunque trate de evitarlo, simplemente aun no te puedo olvidar, yo no quería sufrir por alguien de nuevo y muchas veces pensaba que tan solo era una nueva ridiculez de mi mente… de todas formas ya no tengo nada que hacer, te has ganado un lugar del cual ya no te puedo sacar y por eso mismo te escribo esto, porque yo no sé como terminara esta historia pero a pesar de lo que sea que pase en adelante quiero poder recordar que en algún instante fue bueno y que te quise mucho.

Solo quiero decirte que amo la atracción que siento por ti, que has sido lo más importante que me ha pasado desde que tire a la basura todo en lo que creía, que extraño verte reír de mis tonteras, que me gusta mucho quien soy cuando estoy contigo, que nunca te hice ni te haría daño y que lo último que quiero es volver a ver en tu expresión lo mismo que vi la primera vez. En el fondo solo quería darte las gracias, porque incluso aunque no correspondas lo que te digo, hiciste por mí lo más importante que han hecho, lograste que volviera a sentir algo que ya creía perdido muy en el fondo de mi alma.

Eso es todo lo que buscaba expresarte, que quiero que seas feliz aunque tu felicidad no sea conmigo, que yo no puedo asegurar nada de lo que venga en el futuro pero que creo firmemente que lo que sea que nos haya unido, tuvo sus razones. 

Sinceramente, Oscar.


viernes, 10 de diciembre de 2010

Adivino lo que pienses

Bueno, este post se lo dedico a una web que me cautivo desde el comienzo, es interesante tanto del punto de vista psicológico como el informatico y me parece que debo compartirla con ustedes.


El concepto de inteligencia artificial se ocupa en la informática refiriéndose a la capacidad de un agente no vivo, de razonar y determinar conclusiones especificas, ejemplos de estos hay muchos, desde los programas de predicción del clima hasta los de las finanzas.


Ahora, vamos a probar la inteligencia artificial en la “lectura de pensamientos” 

El objetivo es básicamente que el sistema adivine un objeto cualquiera que tu pienses (que sea razonablemente común) haciéndote preguntas al respecto. El juego comienza siempre con la pregunta ¿es vegetal, mineral, animal, u otra cosa? Y luego sigue con preguntas a las que se puede responder de varias formas, además la aplicacion detecta subjetividades de juicio y por lo menos en mi caso, ha funcionado el 100% de las veces.

En el mismo sitio existen otras versiones de la aplicación especificas (en la seccion de "others games") para deducir otras cosas, por ejemplo, grupos musicales, películas, etc.

sin mas que agregar, Ingresa Aquí
Espero lo disfruten y pasen un rato intentando probar al sitio, eso por ahora
Saludos.

domingo, 5 de diciembre de 2010

La verdad


El otro día iba caminando por la calle cuando me di cuenta de la verdad, fue gracias a un pájaro extraño, aunque probablemente no era tan extraño, quizás era de esas típicas aves con nombres conocidos pero que, si nos mostraran una foto, no podríamos identificar, solo basta con que diga algo como “imagínate una diuca” y te darás cuenta de lo inculto que somos respecto a los nombres de los animales, claro, de los animales que no venían en esas galletitas sin sabor.

Bueno, no importa me estoy desviando del tema, el bendito pájaro paso rozándome el pelo y me saco, gracias a dios, del maldito pasatiempo de no tocar con los pies las líneas de nuestras irregulares veredas, supongo que esta adicción a mirar el suelo la adquirí pisando un par de veces caca de perro y que también se vio reforzada el día en que me encontré 1000 pesos en el piso, aun así, creo que no es razón suficiente que justifique no haber visto la verdad antes, tampoco le voy a echar la culpa a mi mama que me presionaba para que “mirara por donde andaba”  porque en consecuencia tendría que echarle la culpa a todos sus (y mis) antepasados que transmitieron la estupidez como plaga.

Sin importar quien sea responsable, todo engaño llega a su fin, y aunque en este caso fue un roce, a veces es un golpe mucho más duro. Ahora que lo pienso la realidad es angustiante pero a la vez gratificante, yo (no sé tú) prefiero una verdad que me haga ver como he perdido el tiempo, que mil mentiras que me mantengan tranquilo mientras se me va acabando la calle y mi vida, junto con ella.

El punto y la verdad en si es que mientras me enseñaban a no chocar a la gente y a no tropezarme (lo que era en el fondo para que no me gritaran imbécil y para que la señora de al frente no se riera de mi)  nadie, absolutamente nadie, me enseño a mirar las cúpulas, así de simple, nadie me enseño a levantar la vista, perderle el miedo a la crítica y el ridículo y mirar lo hermoso de las cúpulas del mundo. 

Lo complejo de todo esto es quizás la inevitable pregunta que viene después de esa conclusión: ¿Cuántas otras cúpulas no me enseñaron a ver?