El canto como Disciplina multidimensional

Cuando cantamos ocupamos el cuerpo como un verdadero instrumento musical, un instrumento que debemos aprender a entender y manejar para poder lograr que produzca aquello que esperamos.

No obstante, el cuerpo no es tan simple como una guitarra a la cual se le pueden ajustar las cuerdas y afinarlas, no es como una flauta ni incluso como otros instrumentos complejísimos como el violín o el didgeridoo.

Nuestro cuerpo es increíblemente más rico que todos los otros elementos musicales, y esto se debe a los muchos factores que influyen en él, desde la salud física a la mental del cantante, el grado de tensión, el clima, el ánimo, las vivencias personales, la inspiración, la técnica, la práctica, la vida misma del ser que canta encerrado tras ese armazón de carne.

Al cantar están en constante juego aspectos diferentes, es por eso que el canto es una disciplina multidimensional, que necesita de conocimientos múltiples y aspectos que son externos a la misma música:

> a la hora de cantar encontramos en primer lugar las dimensiones anatómicas:
como por ejemplo:

el aparato fonador
la respiración
los resonadores
el uso del diafragma
el uso de la laringe
el estado de las cuerdas vocales
el uso del paladar y la boca
la relajación muscular que permite que el cuerpo vibre y transmita el sonido de forma rica
la salud física del cantante, las alergias, las disfonías, los refriados, el dolor de estomago, etc.
el uso de la mandíbula, y los músculos del cuello
la postura corporal
la lengua y la boca en general
la nutrición del cantante, sobre todo los vicios del cantante como fumar, etc.
y otros tantos aspectos físicos que debemos aprender a abordar para poder controlar nuestro canto.

·      > En segundo lugar están las dimensiones Psicológicas:
como por ejemplo:

La falta de sueño
el equilibrio en la vida personal
la felicidad del artista y la realización del ser
los miedos del cantante a la hora de actuar
Los trastornos del ánimo o psicológicos de cualquier otro tipo
La inexperiencia, la práctica, los nervios y la mentalización
La relajación, meditación y vida espiritual

todos los factores humanos y principalmente aquella gran desventaja que poseemos de tener días “buenos” y días “malos” a veces lo tienes y otras no, así de simple, no obstante eso no quiere decir que seamos un instrumento a la deriva de la vida misma, la practica correcta, no sobre exigida ni subejercitada nos permite alcanzar una mayor consistencia y separar la ruleta de la fortuna, de nuestro precioso arte.

Tampoco quiere decir que tengamos que volvernos expertos Psicólogos, anatómicos, gurúes espirituales, nutricionistas, ni nada por el estilo, pero cantar si implica conocer algo de todos estos aspectos.

Entonces como conclusión podemos señalar que en el canto influyen aspectos multidimensionales, relacionados con el cuerpo y alma del artista, su práctica, su constancia, y las relaciones entre el mundo y el ser. Ámbitos que debemos entender y pulir para poder alcanzar un estado pleno que nos permita un cantar puro y correcto.

Mi experiencia personal sobre la multidimensionalidad del canto: yo como estudiante de canto, me he debido enfrentar a muchos de los aspectos que nombramos, de hecho, hace muy poco no pude cantar una canción muy simple debido a un resfriado que me dejo disfónico un par de días, otros días he tenido dolor de estomago y eso ha afectado mucho mi técnica vocal, otros simplemente han sido malos días… psicológicamente me he visto influenciado por diversos factores, inclusive hoy en día, y pese a estudiar canto, soy extremadamente tímido a la hora de cantar, de hecho, muchas personas de mi familia se quejan de que nunca les canto ni les demuestro nada, podría decir hasta que delante de quienes más me conocen, mas bloqueado me siento, y si bien todo esos síntomas se deben a problemas psicológicos personales y propios, los menciono aquí como ejemplo del poder que tiene la salud mental y la autoconfianza a la hora de cantar.